Encarna Grau. Psicóloga General Sanitaria

Las redes virtuales producen en el usuario una falsa sensación de control. Permiten que sea la persona la que determine el nivel de privacidad de su espacio por medio de herramientas que ellas mismas ponen a disposición del usuario. Pero esto es una verdad a medias. Por ejemplo, las fotografiás que se “cuelgan” en Facebook pertenecen a Facebook y son imposibles de eliminar. Otro ejemplo, si colocas fotografiás en aplicaciones como el Messenger, sin que utilices un nivel de privacidad alto, más allá de verlas, se pueden descargar y ser utilizadas por cualquiera que entre en ese espacio. La incorporación de imágenes, videos y sonidos y la combinación de estas redes con servicios como Youtube, hacen que los perfiles o fichas personales de cada usuario sean verdaderos resúmenes de información, diarios íntimos y álbumes de fotos personales. Estos sitios facilitan la comunicación de aquellos que carecen de habilidades de comunicación. En estos sitios web, hasta los más inhibidos para la co