¿Estudias?. Gana eficiencia
Este es un extraño año, seguro que en ese punto todos estamos de acuerdo.
Me aventuro a afirmar que nadie podía imaginar un inicio de década tan convulso, difícil y raro, muy raro.
Incluso parece que no fuese real ¿verdad?
Pareciera que en algún momento, todos despertaremos y nos echaremos unas risas comentando esta pesadilla colectiva. Pero no, es real y no importa lo que pareciera, al final lo que és, és.
Por ello, miro hacia atrás y cobró consciencia de aquellos momentos en los que durante años hemos mostrado lo "blandengues" que éramos, con sandeces como por ejemplo aquello de la "depresión postvacacional", ¿recuerdan? y de cuyo síndrome milagrosamente se ha producido una curación generalizada este Septiembre.
Así que de repente, la vuelta a las rutinas más elementales adquieren categoría de anclajes que nos recuerdan una normalidad perdida y añorada.
Una de estas rutinas es la del encuentro con los estudios. A pesar de la inseguridad reinante respecto a sí las clases mantendrán su formato clásico o se tendrá que volver a las clases online, algo es seguro: el estudiante va a tener que estudiar y a superar exámenes.
Por tanto, vamos a ver un tema que siempre es interesante tener presente en este punto de partida del curso académico: las técnicas de estudio.
Este primer post refleja una aproximación global y en entradas posteriores iremos viendo de forma más detallada algunas de las técnicas más usadas por su eficacia. Comenzamos!
1. Cada hora de estudio para 10 minutos
Descansa 10 min por cada hora
de estudio. Eso sí, no utilices el periodo de descanso para mirar tus redes
sociales. Lo más fácil si lo haces es que se te vayan los minutos sin darte ni
cuenta. Es más apropiado hacer un poco de ejercicio físico, darse una ducha
rápida, tomar un refresco, tomarse un tentempié……
2. Crea el ambiente de estudio perfecto
Cuidado con las distracciones que puedas
tener en tu lugar habitual de estudio:
· Controla tu
teléfono móvil: apágalo o escóndelo
· Apaga o aléjate
del lugar donde este la TV.
· Si estudias directamente
del ordenador o la Tablet, puedes utilizar algunas aplicaciones o extensiones
que bloquean las redes sociales en el caso de que te cueste no utilizarlas.
· Si eres de l@s
que estudias en la biblioteca, mejor si te sientas en un sitio que no esté
cerca de pasillos o puertas y te puedas distraer.
3. Música ideal para aprobar los exámenes
Te
gusta estudiar mientras escuchas música, lo recomendable es escuchar música clásica o algunas grabaciones
que son “música de concentración”. Evita escuchar música de ritmos muy “activantes”,
con un sonido estridente o aquellos éxitos de los que tu conozcas bien las
letras. Te van a causar interferencias desde la primera nota.
4. Cómo actuar en el día a día
· Haz
mapas mentales de
los contenidos vistos en clase y esto te ayudará a recordar su estructura
· Haz
ejercicio físico regularmente, especialmente
esto es importante que se haga antes de los exámenes, al menos durante
20 minutos. Este hábito mejorará tu rendimiento y te ayudará a despejar la
mente.
· Piensa
en positivo, no te
desanimes antes de hora ni des cabida a pensamientos catastrofistas
· Organízate. Es importante tener constancia y llevar
al día las asignaturas.
· Haz
interesante tu tarea. Mira
en el temario informaciones nuevas que te motiven y que conviertan la tarea en
un reto.
· Planifica
los contenidos y
planifica la semana. Esto te proporcionará una mayor eficiencia a la
hora de controlar el temario.
· Cuando
notes que la atención decaiga prueba
a cambiar el lugar del estudio y con esto debería mejorar el nivel de atención.
· Ensaya:
hacer simulaciones de exámenes
es muy efectivo y además te estás preparando mentalmente para cuando llegue el momento
del examen real
5. La noche antes del examen, evita estudiar toda la
noche. Duerme un mínimo de ocho horas, la falta de descanso te provocara un
cansancio que se mermara tu nivel de atención, tu energía y tu concentración,
todo ello puede traducirse en una mayor probabilidad de cometer fallos. Si has
trabajado los puntos anteriores, seguro que te va a salir muy, muy bien. Confía
en ti.
6. ¡Llegó el momento!
Sí los nervios se disparan, antes de
comenzar el examen:
· Respira: Coge aire por la nariz hasta
llenar todo tu tórax y suéltalo lentamente por la boca hasta eliminar todo el
aire aspirado. Repite 2 o 3 veces. Es una forma rápida de relajar tensión.
· Lee detenidamente todas las preguntas
antes de escribir una sola letra.
· Suele ocurrir en esta primera lectura que
la tensión nos bloquee y pensemos que no sabemos responder a ninguna ¡Calma! Esto
es solo un espejismo propio de la situación.
· Respira como se indica en el punto
anterior y relee cada una de las preguntas. De repente ocurre: ¡Esta la sabes!
· Empieza a responder el examen justo por esta respuesta con la que has visto la
luz.
· Si el examen es tipo
test: responde solo aquello que realmente sepas
· Si es un examen de
desarrollo: resulta apropiado dejar un pequeño espacio en blanco por si
quieras añadir más adelante algún concepto que de repente recuerdes.
· Aquellas preguntas que te produzcan más
dudas, déjalas para el final. Nunca respondas por orden de aparición un
examen. Corres el riesgo de que al inicio encuentres una pregunta con la que
tengas mayor dificultad y te encalles
· Calcula bien el tiempo:
en ocasiones te sabes muy, muy bien un tema y sin darte cuenta consumes tanto
tiempo respondiendo esa pregunta concreta, que te falta tiempo para desarrollar
correctamente el resto de respuestas.
· Repasa antes de entregarlo
7. Y
esto no termina aquí …. Cuando días después, te dicen cuál es el
resultado del examen, es muy buena idea pedir tutoría y junto a tu profesorado,
hacer una revisión de tus respuestas.
De
ese modo, obtendrás información de:
· Cuales fueron tus errores y qué respuesta
esperaba ver escrita tu profesor/a para puntuar más alto. Esto que te permite
conocer mejor cuáles son sus criterios y te puede venir muy bien para ser más
asertivo ante futuras pruebas que hayan de ser evaluadas por este mismo
profesor/a
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