Y así comenzó todo............

 

Hace un montón de años,  comenzaba mi memoria del practicum escribiendo de esta forma:

He de reconocer que cuando solicite la plaza de las prácticas que he realizado en el CEEM de Sueca lo hice exclusivamente por la cercanía entre dicho centro y mi domicilio.

Ni siquiera había cursado una de las asignaturas que se señalaban como recomendables para el buen desempeño de las prácticas como era la Psicología Clínica (que he cursado en este curso).

La razón de esto es que siempre me he inclinado mas por la Psicobiología y al encontrarme con el hecho de que no hay practicum perteneciente a ese departamento, solamente la cercanía geográfica podía suponer una variable “de peso” en mi decisión.

Todo esto, unido a una visión muy teórica y no demasiado practica adquirida de los trastornos mentales a lo largo de la carrera, supuso que cuando me encontré con la adjudicación de esta plaza me invadiera un “pánico escénico” que podía calificarse como importante.

Me inquietaban dos aspectos fundamentalmente: que no estuviese a la altura de las circunstancias, y el hecho de que los enfermos mentales están a menudo en  un mundo muchas veces olvidado en el cual yo había entrado de lleno.

Nada más lejos de la realidad con la que me he encontrado.

En mi primera visita al centro para realizar una primera toma de contacto quede gratamente sorprendida por la calidad de las instalaciones y por las condiciones en las cuales residían los enfermos.

Esa fue la primera sorpresa, después de ella han venido encadenadas, una tras otra, todas las demás hasta desmontar completamente la visión que mis prejuicios y unos equivocados esquemas que había desarrollado de la enfermedad mental crónica, y sobre todo de los enfermos mentales crónicos, a los cuales no puedo sino considerar como unos seres humanos únicos, pues ¡son ellos los que me han enseñado tantas, cosas sin ni siquiera ser conscientes de ello!

Por ello, creo que la mejor forma en que puedo agradecérselo es ofrecer mis conocimientos (los pocos que tengo y los muchos que espero adquirir) y llegar a ser una buena profesional que sea capaz de ayudar, a ellos o a los que al igual que ellos me necesiten.

Esa fue mi motivación y mi meta. Esto se lleva en sangre o no se puede, no se entendería que hoy sea feliz por ver mi deseo cumplido. 

Continúo aprendiendo de ellos cada día 

Seguirá...