Siento que me ahogo, pero no estoy triste: ¿Qué me pasa? ¿Será normal?

Como psicóloga, he tenido el privilegio de acompañar a muchas mujeres en momentos cruciales de sus vidas. Y si hay una frase que resuena con frecuencia en consulta, es "no sé explicar lo que me pasa, estoy triste, pero tampoco me siento bien". O, "a veces, siento que me ahogo, sin una razón clara". Estas palabras, a menudo pronunciadas con una mezcla de confusión y vergüenza, son la antesala de una de las visitantes más comunes en la vida adulta: la ansiedad . No, la ansiedad no siempre es esa preocupación constante y evidente. A menudo, se disfraza, se camufla en síntomas físicos desconcertantes, en una inquietud difusa o en una sensación de agotamiento que no se resuelve con el descanso. Entender sus múltiples caras es el primer paso para retomar el control. Me pasa esto... ¿Será ansiedad? Permítanme ilustrarlo con ejemplos que, quizás, les resulten familiares. En el día a día de la consulta, he visto cómo la ansiedad se manifiesta de formas que, a primera vist...