Ansiedad en tiempos de incertidumbre. Los acontecimientos globales impactan en la salud emocional de las mujeres
Un Análisis del Impacto de los Acontecimientos Globales en la Salud Emocional Femenina
Vivimos en una época marcada por cambios constantes y, en muchas ocasiones, imprevisibles. Los acontecimientos globales, desde crisis sanitarias y conflictos bélicos hasta la inestabilidad económica y el cambio climático, están generando una ola de ansiedad e incertidumbre que afecta de manera desproporcionada a nuestra salud emocional y generar un estado de alerta continua.
La conexión ininterrumpida a través de los medios de comunicación y las redes sociales nos sumerge en un ciclo de noticias de 24 horas que, a menudo, está saturado de imágenes y relatos angustiantes.
Aunque se trate de sucesos que ocurren a miles de kilómetros, la mente y el cuerpo los perciben como una amenaza cercana. La constante exposición, sumada a las presiones sociales y económicas preexistentes, crea un terreno fértil para el desarrollo de trastornos de ansiedad y otras afecciones de la salud mental.
Si bien esta reacción afecta a toda la población, diversos factores sociales, culturales y económicos intensifican su impacto en las mujeres.
¿Por qué afecta más a las mujeres?
Existe toda una serie de factores estructurales, sociales y ligados a roles de género tradicionales, que contribuyen a que las mujeres experimentemos una mayor sensación de vulnerabilidad ante el grado de ansiedad que se genera en estos tiempos de alta incertidumbre global:
La carga del cuidado: Socialmente, las mujeres continúan siendo las principales cuidadoras, tanto en el ámbito familiar como profesional. Durante las crisis globales, esta responsabilidad se multiplica, añadiendo la preocupación por la salud y el bienestar de los hijos, las parejas y los padres mayores a sus propias inquietudes. Esta "carga mental" constante es un factor de estrés significativo.
Inseguridad Económica: Las mujeres tienen más probabilidades de ocupar empleos a tiempo parcial, con salarios más bajos y menor seguridad laboral. En tiempos de inestabilidad económica global, son a menudo las primeras en perder sus empleos, lo que agrava la ansiedad financiera y la incertidumbre sobre el futuro.
Mayor Exposición a la Violencia: Las crisis humanitarias y los periodos de confinamiento han demostrado un aumento alarmante de la violencia de género. El miedo a la violencia, sumado a la experiencia directa de la misma, es un factor devastador para la salud mental de las mujeres.
Respuesta Empática y Conexión Social: Las mujeres, a menudo son socializadas para ser más empáticas y estar más conectadas con sus comunidades, pueden experimentar el sufrimiento ajeno de manera más intensa, un fenómeno conocido como "trauma vicario". Esta profunda conexión emocional con el dolor del mundo puede ser abrumadora.
Respuestas Psicológicas y Emocionales Comunes
Desde un punto de vista científico, la exposición constante a información sobre conflictos y crisis activa nuestro sistema de estrés. El cerebro no distingue entre lo que ves y lo que te sucede, e interpreta esas noticias como riesgos posibles y por lo tanto peligrosos para tu integridad, lo que desencadena la respuesta adecuada para protegerte, inicia la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina.
Cuando este útil mecanismo de defensa, diseñado para dar una respuesta inmediata ante una amenaza vital y desparecer cuando esta amenaza ya no está presente, no deja de trabajar y se mantiene activo de forma prolongada en el tiempo, aparecen síntomas como:
Dificultades para dormir: la mente permanece mucho tiempo en modo de hipervigilancia, dificultando el descanso profundo.
Ansiedad Generalizada: Preocupación constante y excesiva por diversos temas, a menudo acompañada de síntomas físicos como tensión muscular, fatiga y problemas de sueño. Sensación de que “algo malo puede ocurrir” aun cuando no esté pasando directamente y no se tenga evidencia de que el suceso temido vaya a producirse en algún momento.
Ataques de Pánico: Episodios repentinos de miedo intenso que pueden incluir palpitaciones, dificultad para respirar y una sensación de muerte inminente.
Sensación de Agotamiento Emocional: El estrés crónico puede llevar al agotamiento, la desmotivación y una sensación de estar emocionalmente drenada. La sobrecarga continuada de estímulos negativos, violentos o agresivos, genera cansancio mental y físico.
Hipervigilancia: Un estado de alerta elevado y constante, buscando posibles amenazas en el entorno.
Dificultad para Concentrarse: La ansiedad puede dificultar la concentración en las tareas diarias y la toma de decisiones.
Consejos prácticos para cuidar tu bienestar en este contexto
Aunque no podamos controlar los acontecimientos globales, sí podemos proteger nuestra salud mental frente a ellos. Te comparto algunas estrategias efectivas que puedes adoptar para gestionar la ansiedad y fortalecer tu bienestar emocional en estos tiempos de incertidumbre:
Regular la exposición a noticias: Es fundamental establecer límites saludables en la exposición a noticias. Esto puede implicar designar momentos específicos del día para informarse, evitar las noticias antes de dormir y ser selectiva con las fuentes de información. La sobreinformación aumenta la sensación de amenaza.
Mindfulness y Autocompasión: La práctica de la atención plena puede ayudar a anclar la mente en el presente y reducir la rumiación sobre futuros inciertos. La autocompasión, tratándose a una misma con la amabilidad que se ofrecería a una amiga, es crucial para contrarrestar la autocrítica y la ansiedad.
Técnicas de Terapia Narrativa: Estas técnicas ayudan a las mujeres a reinterpretar sus experiencias y a construir narrativas personales que enfaticen su resiliencia y fortaleza, en lugar de centrarse en el miedo y la impotencia.
Activación Conductual: En lugar de dejarse paralizar por la ansiedad, la activación conductual anima a participar en actividades que son placenteras y que proporcionan un sentido de logro, por pequeñas que sean.
Enfocarse en lo Controlable: Diferenciar entre lo que se puede y no se puede controlar es un paso fundamental. Centrar la energía en acciones concretas y significativas, por modestas que parezcan, puede restaurar un sentido de agencia.
Higiene del sueño: Establece rutinas relajantes antes de acostarte: lectura ligera, respiración profunda o música tranquila. Mantener horarios regulares mejora la calidad del descanso.
Movimiento corporal: El ejercicio moderado libera endorfinas y reduce los niveles de cortisol. No es necesario un entrenamiento intenso: caminar 20 minutos ya marca la diferencia.
Espacios de autocuidado sin culpa: Reserva momentos para ti, aunque sean breves: un café en silencio, una conversación con una amiga, un paseo sola. Esto fortalece la resiliencia emocional.
Buscar apoyo profesional: La ansiedad mantenida en el tiempo no es algo que debamos normalizar. Un proceso terapéutico puede ofrecerte herramientas específicas para gestionar los síntomas y recuperar tu bienestar.
La Fuerza de la Comunidad y el Apoyo Colectivo
Construir y Mantener Conexiones Sociales: Compartir sentimientos y preocupaciones con amigas, familiares o grupos de apoyo puede reducir el aislamiento y normalizar la experiencia de la ansiedad.
Cuidado Colectivo: Participar en actividades comunitarias y de apoyo mutuo no solo beneficia a otros, sino que también fomenta un sentido de propósito y conexión que puede ser un poderoso antídoto contra la desesperanza.
Empoderamiento a Través de la Acción: Involucrarse en acciones colectivas, ya sea a través del voluntariado, el activismo o la participación cívica, puede transformar la ansiedad en un motor de cambio positivo y restaurar el sentido de control.
En definitiva, si bien los acontecimientos globales presentan un desafío significativo para la salud emocional de las mujeres, la combinación de estrategias de autocuidado, el fortalecimiento de las redes de apoyo comunitario y el empoderamiento a través de la acción pueden construir una sólida defensa contra la ansiedad y fomentar la resiliencia en un mundo incierto.
Es crucial que tanto a nivel individual como social se reconozcan y aborden estas vulnerabilidades específicas para promover una sociedad más equitativa y emocionalmente saludable para todas.
Un acompañamiento para ti
Como psicóloga especializada, acompaño a mujeres que sienten el peso de la incertidumbre y el agotamiento emocional. Mi objetivo es ofrecerte un espacio seguro donde puedas comprender lo que te ocurre, recuperar tu energía y aprender estrategias adaptadas a tu vida.
Si te identificas con lo que has leído y quieres dar el paso hacia un mayor equilibrio emocional, te invito a agendar una cita conmigo. Juntas podemos trabajar para que la ansiedad deje de ser un obstáculo y empiece a convertirse en un área de crecimiento personal.
Próximamente se abrirá la agenda de otoño para citas online y presenciales.
No te quedes sin tu espacio!
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