LUDOPATIA (II Parte)

Algunos de los síntomas que se asocian a la presencia de  un problema con el juego son:
·        Es imposible resistirse al impulso de jugar.
·    Se experimenta una tensión creciente en los momentos que preceden al inicio de la conducta de juego.
·        Esa tensión desaparece después de jugar, y no solo eso, sino que se experimenta placer con el juego.
·        Hay una perdida de control una vez que la conducta se ha iniciado.
·      Existe una preocupación frecuente por la conducta de juego.
·    La dedicación al juego es mayor en tiempo, o en gasto de lo que se había previsto inicialmente.
·       El jugador realiza repetidamente esfuerzos por disminuir la frecuencia o la intensidad de la conducta de juego, generalmente sin mucho éxito.
·       Hay una dedicación excesiva de tiempo a la conducta de juego, o a la recuperación de los efectos de esta conducta. Esto dificulta la dinámica funcional normal en cualquiera de los ámbitos vitales de la persona con este tipo de problemática.
·   En consecuencia del punto anterior, se produce una disminución de las actividades sociales, familiares y/o profesionales que suelen provocar un mayor número de problemas y estrés al jugador.
·       A pesar de ello, y de ser consciente de que el desencadenante de todos estos problemas y de otros de tipo financiero, incluso de salud es el juego, se continúa jugando.
·    Cuando no se puede llevar a cabo la conducta de juego, la ansiedad y la irritabilidad aumentan considerablemente. 
El problema de la ludopatía, choca con algunas dificultades añadidas:
·    La aceptación social del juego. En nuestra sociedad ciertas conductas que implican apostar un dinero a un juego de azar, están absolutamente normalizadas, pues comprar un décimo o un cupón es algo que puede catalogarse como “normal”.
·    La disponibilidad de los mecanismos de juego. Ya era un problema para la persona afectada de este tipo de adicción el tener, al menos una maquina tragaperras en cada bar, cafetería o restaurante en los que entrara. Se unió posteriormente la opción online, muy peligrosa para los jugadores por sus especiales características, pero sobre todo por la disponibilidad total que representa. Ahora, con la irrupción en las cadenas televisivas de todo tipo de juegos de azar ni siquiera es necesario tener Internet para poder apostar desde el sofá de casa.
·        Esto es un verdadero problema, pues de todos es sabido que el medio tecnológico con más altas tasas de penetración en los hogares, no comparables por ninguna otra tecnología, es la televisión, con lo que trasladar este tipo de juegos desde los lugares físicos e claramente identificables en los que se desarrollaban este tipo de conductas y que permitían tomar la decisión de ir o no,  incluso de autodenunciarse para que a un jugador se le impidiese el acceso a ellos, al salón de la propia casa, donde además se anuncian estos “casinos televisivos” sin previo aviso, en los descansos de cualquier programa, serie o  película que el jugador esta viendo tranquilamente,  es en mi opinión error muy, muy grande y que conllevara consecuencias graves de las que no estoy segura que nos lleguemos a enterar. Esta forma de actuar en una época de fortísima crisis económica, refleja claramente que el mayor interés del juego de azar es única y exclusivamente ganar dinero a toda costa.
·    Curiosamente, la aceptación inicial del juego, se transforma en un estigma social del jugador, más grave en el caso de las mujeres. Es muy difícil aceptar que se tiene un problema con el juego y se necesita ayuda. El jugador aunque sepa que necesita ayuda no cede fácilmente a ser incluido en una categoría social que sabe estigmatizada y en cierto modo, es así. Nuestra sociedad no ha sabido dar el sitio que les corresponde a las personas que están pasando por una situación de adicción al juego. Un indicador de ello es que no es hasta el año 2003 cuando se comienza a tratar en las UCAs (Unidades de conductas adictivas), recursos que en ese momento, no estaban preparados para dar respuesta a este tipo de demandas. Es en el año 2009 cuando la Universidad de Valencia imparte la primera edición del postgrado de Especialista en Juego Patológico, al cual pertenezco. Deberíamos ser capaces de normalizar el tratamiento de las adicciones, entonces estaríamos en el camino correcto.

El hombre es un ser complejo. Es la combinación de la expresión de la genética recibida, el aprendizaje al que ha sido sometido, la calidad del afecto recibido, la calidad del ambiente en el que se desenvuelve, la época en la que se desarrolla su historia, el modelo de vida que elija,…………........, inclasificable. 
Seguirá...

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